CONSERVACIÓN
La güiña (Leopardus guigna) es la especie felina más pequeña de Sudamérica y uno de los más pequeños del mundo, pesa en promedio de 1,8 a 2,5 kg. Su pelaje es café a café amarillento con pequeñas manchas circulares, que se extienden hasta el vientre. Es una animal solitario y de hábitos más nocturnos, que frecuentemente pasa bastante tiempo sobre los árboles, desplazándose a través de ellos. Se alimenta de roedores, aves y reptiles. En nuestro país se distribuye desde Coquimbo hasta unos 70 km al sur de Cochrane (Aysén), principalmente asociado a ambientes de bosque y matorral más densos o de mayor cobertura.
Las fuentes de agua de la Reserva originan condiciones de humedad propicias en el bosque para la presencia de esta especie, así como también de una variedad de fauna terrestre como zorros (Lycalopex culpaeus y L. griseus), pumas (Felis concolor) y chingues (Conepatus chinga).
NUESTROS LOGROS
En los último 10 años hemos desarrollado programas de restauración de áreas quemadas, recuperación de suelos, replante de especies nativas y producción de plantas y miel del bosque nativo, entre otras iniciativas de integración de la conservación con la producción sostenible.
Árboles nativos reforestados en la Reserva
Metros cuadrados de suelo recuperado para captación de agua
Kilos de miel producida por abejas que polinizan el bosque
Plantas nativas producidas para reforestaciones
NUESTRA MISIÓN
La Reserva Ecológica Tesoro del Pangal se emplaza en un territorio de 365 ha inmerso en una matriz de cerros degradados que configuran el secano costero de Petorca. Se caracteriza por su alta riqueza natural, biodiversidad y vulnerabilidad ante amenazas antrópicas y naturales, razón por la cual nuestra misión es protegerla y conservarla, resguardando sus bosques, flora, fauna y matorrales esclerófilos.
Para ello desarrollamos programas de conservación y restauración ecológica y producción sostenible agregando valor a sus bienes y servicios ecosistémicos.
UBICACIÓN
El Fundo El Tesoro está ubicado en el secano costero de la región de Valparaíso, cercano al balneario de Los Molles. Gracias al aporte de agua proveniente de la neblina costera, en sus quebradas subsisten bosques esclerófilos con presencia de especies propias de los bosques templados del sur de Chile.
En este entorno natural, se asoman ruinas de asentamientos de la Hacienda Guaquén, antiguas heras y vestigios de la línea del tren, relatos y saberes que configuran el imaginario local y el patrimonio cultural de la Reserva.